Contenidos

sábado, 1 de octubre de 2011

RESURRECCIÓN O REENCARNACIÓN

Mensaje radial

Muy buenas tardes apreciados amigos y hermanos que domingo a domingo nos acompañan en esta medía hora para compartir con nosotros este tiempo de reflexión espiritual. Hoy domingo concluimos con lo que la cristiandad le ha llamado la semana santa o semana de la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Durante" esta semana nuestras iglesia han recordado los acontecimientos acaecidos ya casi dos mil años relativos a la obra culminante de Jesucristo al morir en -la cruz a favor de toda la humanidad concluyendo con su resurrección y exaltación al cielo. Durante esta semana le hemos aclarado a muchas" personas la posición evangélica en relación a aquellos acontecimientos reales y las hemos enseñadlo a la luz de las enseñanzas del mismo Cristo y de sus apóstoles, que Jesucristo muró una sola vez por el pecado de toda la_ humanidad, que resucitó una sola vez para nuestra justificación y que a partir de su ascensión al cielo se sentó, definitivamente, de una vez y para siempre a la diestra Dios Padre asumiendo toda autoridad y domino, señorío en, todo el Universo y muy especialmente aquí en la tierra. Hemos enseñado que el verdadero cristiano recuerda estos días con gozo y alegría en su corazón y que adoptar actitudes de sobrecogimiento, tristeza, demudación de rostro, y practicar ciertas ceremonias especiales para aparentar una religiosidad, que durante el resto del año está ausente de la persona y está fuera de orden, ya que el mismo Jesús, momentos antes de su verdadera pasión y muerte alentó a sus discípulos a que no se Turbaran en su corazón, y que después de su muerte y resurrección iban_ a experimentar un gozo y alegría que no se alteraría por nada, por nadie, ni por el tiempo, ni por circunstancias, ya que él mismo en persona, junto con su Padre y la persona del Espíritu Santo vendrían a morar al corazón de sus seguidores de tal forma que él sería, una realidad viviente en la vida de cada hijo suyo.

Esto significa que al cabo de casi dos mil años, él crucificar de nuevo a Jesús haciendo sufrir, someter al pueblo a una tristeza y sufrimiento que Jesucristo llevó en la cruz, es desviar al pueblo del fundamento bíblico haciendo vestir a las gentes de una aparente religiosidad que ni sienten ni padecen, para que al fin de la semana llamada santa despojarse el resto del año de ese manto hipócrita de religiosidad para seguir la vida de pecado, de injusticia que caracteriza a un pueblo que de labios honra a Cristo y que con sus hechos lo niega.

Sin embargo, a pesar de todas las supersticiones y prácticas ajenas al espíritu del evangelio, sí hay una realidad, y es, que Jesús vino a este mundo, que murió en la cruz que derramó su sangre para la limpieza del pecado y que resucitó con poder y gloria.
Hoy domingo, es llamado domingo dé resurrección, no por el hecho dé que hoy Jesucristo resucite una vez más, sino por el hecho de que un día como hoy Jesús se levantó de la tumba, dejándola vacía y con un cuerpo glorificado ascendió al cielo. Ahora bien, lo más importante de todo está en la pregunta: ¿Qué significó la resurrección de Jesucristo?. Entre las variadas respuestas que pudieran darse quiero responder con algunas de mucha importancia:

1ro. La resurrección de Jesús significó que toda su vida de ejemplo, que todas sus enseñanzas relativas a la condición y destino del hombre son una realidad superior a las enseñanzas de aquellos líderes religiosos y filósofos a los cuales, muchos tienen por grandes. Buda creó una filosofía de vida y sobre sus enseñanzas sus seguidores le dieron forma a la religión Budista, pero con el respeto tanto de Buda como el de sus seguidores queremos decir que Buda. Mahoma, fundador des Islamismo, y al cual siguen millones de musulmanes, murió y jamás resucitó. Confucio, el gran filósofo chino, creó un sistema filosófico que en la actualidad millones lo adoptan como su religión oficial, pero Confucio murió y no resucitó. KrisHna al cual algunos catalogan de ser uno de los siete maestros universales, junto con San Germán, y otros, murieron y no resucitaron, y la lista se vuelve interminable de personas a los cuales las gentes veneran y le rinden culto a pesar de que sus tumbas contienen sus restos mortales, convirtiéndose, sus seguidores, en seguidores de gentes muertas y sin ninguna esperanza concreta y real. Sin embargo cuando pensamos en Cristo, no pensamos en él como el fundador de una religión, sino que pensamos en el Dios hecho carne para redimir a la humanidad y en aquél que es el mismo ayer, hoy y siempre.


Cuando pensamos en Jesucristo, no solamente pensamos y un filósofo que trazó una forma de vida aunque realmente la trazó, sino que pensamos en el Cristo que vive y reina hoy y siempre, en el Cristo que todavía transforma vidas, en el Cristo que trae paz y felicidad al corazón, en el Cristo que cuando se le da entrada en los hogares todo cambia y en el Cristo que es capaz de cambiar tu vida también si eres capaz de reconocerle como tu salvador y Señor.

2do. La resurrección de Jesús significa que el sacrificio hecho en la cruz por
toda la humanidad, fue un sacrificio con toda la vitalidad expiatoria y que su sangre vertida en la cruz ejerce, a través de los siglos todo el poder redentor santificador para perdón de pecados y salvación del alma. Esto significa que si Jesucristo no hubiera resucitado, el cristianismo fuera un sistema filosófico religioso igual que otro cualquiera, sin poder transformador y nosotros los cristianos fuéramos también adoradores y seguidores de un muerto. “Más, ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos y vive por los siglos dé los siglos”.


En tercer lugar: La resurrección de_ Jesucristo significa que la doctrina de la "reencarnación" sustentada por las religiones orientales y reavivadas en la actualidad por los líderes del movimiento de la llueva era es una de las mentiras más promovida por Satanás, precisamente, porque é sabe que al negar la realidad de la verdad cristiana basada precisamente en este hecho grandioso, Satanás sabe que si_ logra convencer, a las gentes que Jesús no resucitó, la obra, redentora, de Cristo no tuviera valor ni poder alguno despojando al individuo de toda posibilidad de salvación. Hace ineficaz la única, forma establecida por Dios para la salvación del hombre.


Cristi se opone, la Biblia se opone a la reencarnación porque esa doctrina provee al hombre de falsas esperanzas de perfección basadas en esfuerzo propio y no basada en la fe_ en las promesas salvadoras de Jesús. No hay reconciliación entre resurrección y reencarnación. Son dos doctrinas que se oponen y se excluyen mutuamente y si Cristo no enseñó la reencarnación, busque usted mismo la fuente funesta de esa enseñanza.
Y en cuarto lugar, la resurrección de Jesús significa que hay una esperanza gloriosa y maravillosa para todos aquellos que han partido de este mundo con su fe colocada en Jesucristo, el autor de la Vida. El misino apóstol Pablo nos habla "diciendo”: “El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompera de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego, nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tes. 4:16-17)
Este cuerpo sujeto a muerte no verá más muerte, este cuerpo sujeto a la corrupción será levantado incorruptible, este cuerpo que ahora no puede heredar el reino de Dios por su condición pecaminosa, será transformado y glorificado para que pueda vivir eternamente con Jesús.

Yo te pregunto amigo mío que me escuchas en qué o ¿en quién tienes puesta tu esperanza, en un filósofo muerto, en un líder religioso muerto?. Yo te brindo al Cristo vivo quien dijo: “Venid a mi todos los que estáis cansados y cardados, que yo os haré descansar” “mirad a mi y sed salvos todos los términos de la tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario