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viernes, 30 de septiembre de 2011

HIJOS DE DIOS O DEL DIABLO


Muy buenas tardes, estimados radio oyentes, quisiera, en estos momentos charlar con ustedes sobre un asunto muy interesante y a la vez importante, ya que tiene que ver con nuestras relaciones directas con Dios. Hablando mejor: De nuestras buenas y malas relaciones con Dios.

Desde el punto de vista filial, el parentesco más cercano entre los hombres es el de padre hijo o madre hijo. Los hijos se sienten honrados cuando tienen un padre o una madre de cierto renombre, o prestigio o posición social y con un viso de cierto orgullo dicen: Mi mamá es fulana o mi papa es fulano.

Como el hombre está conciente de la realidad del mundo espiritual y pudiéramos decir que el hombre, como ser espiritual necesita una filiación de carácter espiritual para satisfacer las necesidades del alma; buscan, de alguna forma, encontrar a un algo que los haga sentirse honrados con su amistad y protección; y es en esa búsqueda del hombre que Satanás se aprovecha para hacerle una provisión falsa que haga el papel de una aspirina para un mal incurable.

Para que entiendan bien quiero poner algunos ejemplos reales: En el área del caribe y dentro de los pueblo afro-americanos, y como producto de la introducción de prácticas de hechicerías y de brujerías proveniente del continente africano se introdujeron en América la adoración a una serie de dioses conformando todo un sistema bien definido de adoración idólatrica y pagana que unido a los sistemas de adoración que los indígenas de América tenían ya establecido y sincretizado con el sistema de adoración idolátrica que trajeron los españoles en su conquista de América y en nombre de un falso cristianismo, ha dado como resultado nuevas formas de adoración paganas canalizadas a través de los sistemas de adoración de los umbandiatas, macumbas, quinbandas, santeros, y las formas más refinadas del espiritismo moderno bajo el nombre de parasicología.

Ante los nombres de los 500 mil dioses y diosas que los latinoamericanos tienen y a los cuales rinden culto y adoración, entre algunos más importantes tenemos a CHANGÓ, OBATALA, OCHUM, como dioses masculinos y como diosa madre tienen a YEMYA. Las gentes que adoran a estos dioses, tienen la costumbre de dedicar a sus hijos cuando nacen, al dios de su preferencia, pero por sobre todas las cosas la dedicación del chico a la diosa madre es importantísimo, ya que YEMAYÁ constituye la piedra fundamental, en todo ese sistema de adoración paganoidolátrico. Desde el momento que el chico o la chica tienen uso de razón, se les hace creer que ellos son hijos de CHANGÓ, o hijos de OBATALÁ, y sobre todo, hijos de YEMAYÁ, la cual está exaltada al pedestal de diosa.

Entre dioses y diosas, cuyas estatuas está en todos los altares de este sector del pueblo religioso, también sobresalen todas las estatuas e ídolos de todas aquellas personas que consideran santos o santas y en esos altares, que por cierto algunos alcanzan considerables proporciones, se pueden contemplar a San Lázaro, Santa Bárbara, y hasta no deja de faltar la imagen de la Virgen María y la de nuestro Señor Jesucristo.

Conocí personalmente personas que cuando les iba a predicar el evangelio, lo frenaban a uno diciendo: Yo no puedo aceptar eso por que yo soy Hijo de San Lázaro, o yo soy hija de Santa Bárbara, o yo soy hija o hijo de María. Lo que si me llamó siempre la atención que nadie se hacía llamar hijo o hija de Dios y en el caso de Jesucristo solo su imagen como una figura decorativa sin significado de ninguna clase.

Ellos sentían orgullo de ser hijos o hijas de alguno de esos ídolos, le rendían culto ofreciéndoles arroz maíz, y adornándolos muy hermosamente para conseguir de ellos la ayuda y la protección. En algunos casos tenían que ofrecerles la sangre de algún ave que por regla general era la de un gallo y para que el dios de ellos no se muriera de sed tenían que tenerle permanentemente un vaso con agua. Con la continuación de los días el agua, de una forma natural se iba evaporando y cuando quedaba poco en el vaso, ellos decían que el santo se la tomaba. (Pobre santo y pobre gentes).

Recuerdo también que en ocasiones las gentes que tenían preferencia por uno de sus santos, salían en grupos llevando en sus hombros al ídolo o estatua que lo representaba. Usted preguntará ¿y por que lo llevaban en los hombros? Bueno esto es fácil de de deducir: el asunto es que como el ídolo tiene ojos pero no ve, tiene oídos pero no oye, tiene manos pero no palpa, tiene cabeza pero no piensa, tiene pies pero no puede caminar, su impotencia es tal que son las gentes las que tienen que llevarlos o guiarlos. Y Esto con mucho cuidado, porque si se cae, pobre ídolo, este se quiebra. Dios tilda a estas personas, como a los constructores de sus ídolos, de necios.

Cuando usted abre su Biblia y comienza a estudiarla con el deseo

sincero de conocer la verdad de Dios, usted se dará cuenta de cuanta

Si todavía no has experimentado la satisfacción y felicidad qie se siente el ser un hijo de Dios, ven a Cristo: “Mas, a todos los que lo recibieron les dio el poder de ser hechos hijos de Dios”.

San Juan, en su evangelio nos dice: "Vino a su casa, y los suyos no le recibieron, pero a todos los que le recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre. O sea que es el mismo Dios, no el hombre, el que ha implementado la forma: el camino de reconciliación del hombre con Dios para su salvación y el que ha determinado la forma, en que el hombre puede llegar a ser un hijo o hija de Dios. Muchos han tratado de suplantar a Dios, al verdadero Dios, por otros dioses u otras diosas pero el mismo Dios condena tal acritud.

Muchos han querido suplantar el papel de Jesucristo como Mediador entre Dios y los hombres por otros mediadores o mediadoras, pero Dios condena tal actitud, porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto. San Pablo dice a los creyentes: “Pues todos somos hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús" (Galatas 3:26. B. J)

Dios, en su Palabra, nos habla de Dos posiciones en esta calidad de hijos, nos habla de dos relaciones en la calidad de de hijos: La Biblia nos habla que somos, o HIJOS DE DIOS o Hijos de SATANÁS. No hay términos medios ni otras relaciones filiales reales ni lícitas.

El mismo Jesucristo, dirigiéndose a los fariseos de su tiempo dijo: "Si Dios

fuera vuestro padre me amarías a mi… ?Por que no conocéis mi lenguaje?. Porque no podéis escuchar mi palabra y queréis cumplir los deseos de vuestro padre el diablo.(Evangelio de Juan 8: 41-44 (B.J.). Aquellos que rechazan el evangelio el misino Jesucristo le llama: “hijos de ira”, y Pablo le llama "Hijos de perdición". Esta es una posición que Dios reconoce pero como una posición contraria a la real. La Verdadera posición, la de HIJOS DE DIOS. Y a estos mismo Jesucristo los describió con frases muy hermosas y elocuentes descubriendo la naturaleza y características de su posición.

Pablo dijo que éramos "hijos de la fe” El mismo Apóstol San Pablo enseña que los hijos de Dios son guiados por el Espíritu de Dios (Rom. 8:14). En los verdaderos hijos de Dios, es el Espíritu Santo el que les da testimonio interno de que lo son. Es el Espíritu Santo el que les da e interno de que son hijos de Dios y pueden llamar a Dios Padre (Rom. 8:16) y como hijos somos herederos de todas las promesas y coherederos con Cristo del Reino de Dios. (Gálatas 4:7 B. J.) Los privilegios de los Hijos de Dios son incalculables: Protección, dirección, ayuda, consuelo, esperanza y sobre todo la seguridad de salvación por la fe en Cristo Jesús. En esta tarde yo te pregunto: ?De quien te consideras hijo o hija tu?.

razón tenía san Pablo al exhortar a los cristianos de Corinto diciéndole: "No os hagáis idólatras, por lo tanto huid de la idolatría". Y razón tenía Pedro cuando exhortaba a los creyentes diciéndoles: "Ya es bastante tiempo que habéis pasado obrando conforme al querer de los gentiles viviendo en desenfrenos, liviandades, crápulas, orgías y en cultos ilícitos a 1os ídolos" (1 Cor. 10:14 y 1 Pedro 4:3 Biblia de Jerusalén). Esa misma Biblia, que es Palabra de Dios, nos habla de la posición más elevada más hermosa y armoniosa que el hombre pueda tener el campo espiritual. Esa posición es la de "HIJOS DE DIOS". Hijos del Dios viviente, Hijos del Dios que no fue hecho ni creado por mentes ni manos humanas. Hijos del Dios que creó el cielo y la tierra todo lo que en ellos hay. Esa posición o calidad de hijos de Dios se obtiene mediante el acto de aceptación de Jesucristo cómo el medio de salvación y reconciliación con Dios.

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