Esta rebelión
fue netamente religiosa. O sea, ahora ellos no murmuraron contra la autoridad,
no se revelaron; pero hicieron algo abominable, se revelaron contra las
ordenanzas de Dios, mezclándose con los moabitas, con los madianitas. Lo
interesante es que la rebelión no surgió de repente, ni partió directamente del
seno del pueblo, sino que los moabitas y los madianitas comenzaron a hacer una
labor de captación dentro de Israel para atraerlos a los ritos idolátricos de sus
propios cultos.
El
pecado no entra de súbito dentro de la Iglesia , las falsas doctrinas no asaltan en una
noche a la Iglesia.
Satanás hace una obra sutil, paciente, engañadora, atractiva,
de tiempo, seductora y atrapadora.
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