LA REBELIÓN DE AARÓN Y MARÍA

La rebelión de Aarón y María: Cap. 12.- El problema del matrimonio de Moisés solo fue un pretexto que escondía la verdadera intención. Aarón y María ocupaban los puestos más allegados a Moisés, eran sus colaboradores más cercanos, pero no estaban satisfechos con esto y deseaban intervenir en forma mas activa en la conducción del pueblo. Su deslealtad los llevó a murmurar contra la autoridad delegada de Dios. Los resultados podían haber sido peores: el pueblo acababa de pasar dos grandes rebeliones y ahora dos de sus máximos líderes comenzaban a rebelarse también. Dios intervino con mano dura. Este hecho tiene muchas lecciones espirituales para la vida dentro de la Iglesia. Observe que: Primero: La murmuración fue infundada; segundo: tenía una doble intención; tercero: se hizo a espaldas del siervo de Dios; cuarto: se descontó con el principio de sujeción. Si hubiera habido alguna queja fundada, su actitud debió ser la de haber ido delante de Moisés y de Jehová y planear la situación y no murmurar a espaldas del líder.